Experiencias de asesoramiento #3: «Necesito tener el control de la situación para controlar mi vida»

Elegir el regalo de cumpleaños perfecto, no olvidarte de preguntar a Luis cómo está su madre, entregar ese proyecto y que tu jefa se quede con la boca abierta…

¿Cuántas veces al día sientes que necesitas tener el control de todo? Si sientes frustración cuando las cosas no salen cómo esperabas, sigue leyendo.

Esta experiencia de asesoramiento filosófico te hará aprender que dejarte llevar y confiar en el proceso es liberador.

La persona que realiza la consulta llega a la experiencia pensando que si puede controlar la situación es capaz de controlar su vida, pero a la vez esa presión le genera malestar y le hace entrar en un bucle de insatisfacción constante.

Filósofa: ¿Qué puede suceder si dejas de controlar tu vida?

Consultante: Sería un desmadre, un caos, un auténtico descontrol. Si no controlo, me da miedo que me hagan daño y todo salga mal.

F.A: ¿Cuándo se activa el control, qué sientes en el cuerpo?

C: Se me bloquea la boca del estómago, siento un nudo en la garganta, me falta el aire.

F.A: ¿Puedes asociar lo que sientes en el cuerpo con alguna emoción?

C: Sí, con el miedo y la ansiedad, sobre todo.


F.A: ¿Qué te dices a ti misma cuando se activa  la ansiedad y sientes el miedo en el cuerpo? ¿Eres capaz de ver si hay pensamientos que acompañan ese momento?

C: Sí. Se me agolpa todo un discurso y me repito frases como: «no puedo dejar de controlar, me harán daño si lo hago», «si suelto esto va a ser un caos», «no pierdas el norte», «si yo no controlo, otra persona lo hará por mí»,  «así nunca vas a conseguir lo que quieres», «la vida es dura y tengo que tener el control», etc.

F.A: ¿Crees que todo eso que te dices es cierto?

C: No, por un lado, no lo creo. De hecho, ahora que reflexiono sobre el tema se me hace extraño, pero por el otro lado cuando estoy en el momento me cuesta verlo así.

F.A: Vamos a ver que te trae esa creencia de necesidad de control. ¿Qué crees que tiene de bueno? ¿Por qué la mantienes? ¿Qué piensas que quiere para ti?

C: Pienso que con el control puedo conseguir orden y estabilidad. Para mí es muy importante sentirme segura y en mi centro, me salva del caos y del desorden.

F.A: Bueno, entonces puedes reconocer que, aunque te haga sentir mal, la búsqueda de orden y estabilidad no es algo negativo en sí mismo.

C: Sí, lo veo… ahora lo veo. 


F.A: Pero ¿puedes sentirte segura desde esa creencia de «tengo que tener todo bajo control»? ¿Cumple su objetivo?

C: No. Al revés me hace sentir presión y no me permite sentirme en paz.

F.A: ¿Puedes imaginarte, ahora, una vida sin la necesidad de control? ¿Te sientes capaz de soltar la idea de que para tener orden y estabilidad necesitas controlarlo todo, todo el tiempo?

C: ¿Una vida sin control? … Me cuesta, lo reconozco.

F.A: Tómate tu tiempo. Respira hondo. Ahora, intenta soltar la idea de que debes controlar todo para encontrar la armonía y la estabilidad.

C: … Vale. Puedo soltar la idea de control, pero sigo necesitando “controlar” determinados aspectos en mi vida. Aunque, por otro lado, sí me siento capaz de imaginar soltar en otros aspectos. En las relaciones,  por ejemplo, estar más suelta, más natural.

F. A: ¿En lugar de “controlar” ciertos aspectos puedes pensar en “gestionar” ciertos aspectos?

C: Sí, eso es. Hay cosas en mi vida que necesito gestionar como mis estudios, mis proyectos, etc.

F.A: Muy bien. Eso es una parte funcional, que todos necesitamos hacer. ¿Cómo te sientes ahora al soltar el control?

C: Más libre, más ligera. Ya no tengo tanto miedo, es como si pudiera descansar de mí misma, de todos esos pensamientos que me agotan y me hacen estar en tensión.


F.A: Quédate ahí un momento, siéntelo.

C:

F.A: ¿Cómo ves ahora la creencia inicial de «debo controlar la situación para tener el control de mi vida»?

C: Pensaba que si abandonaba ese control sería mi perdición, que caería en el caos y sería horrible. Pero ahora, siento que algo ha empezado a cambiar. En lugar de decir «debo controlar mi vida», hablaría de autocuidado, de toma de responsabilidad.Más bien de saber gestionar, como hemos dicho antes, algunos aspectos de mi vida. 


F.A: ¿Cómo describirías ese autocuidado y la toma de responsabilidad?

C: Diría que cuido de mí misma estando atenta a lo que siento y a mis necesidades. Me cuido cuando me respeto y no me dejo arrastrar por lo que no quiero. Tomo responsabilidad cuando me hago cargo de mis estudios, de mis metas, de mis planes de trabajo y de mis proyecciones de futuro, pero de forma relajada, más flexible. Creo que la clave está en esa flexibilidad. Cuando siento que “tengo que controlar” soy rígida, sin embargo, cuando me hago cargo de mi autocuidado y tomo responsabilidad, me adapto y me siento mejor.

F.A: Creo que has dado con una comprensión importante para ti. Quédate con ella y obsérvala en tu día a día.


Las experiencias de asesoramiento filosófico son sesiones prácticas que buscan aplicar la filosofía para ayudar a las personas a reflexionar sobre su vida y vivir con plenitud.

Hacerte las preguntas adecuadas es lo que te lleva a resolver problemas y encontrar el sentido y la claridad que necesitas para afrontar y gestionar las situaciones difíciles e incómodas.

En las experiencias de asesoramiento filosófico trabajamos mano a mano para examinar tus creencias y valores y que puedas desarrollar un autoconocimiento y una comprensión profunda tal que a partir de ahora te hará ver las situaciones con claridad y aprenderás a tomar decisiones con calma y seguridad.


Si te apetece comentar esta experiencia o tienes interés en realizar una consulta, escríbenos a filósofosasesores@gmail.com y te recomendamos al asesor o asesora que mejor se adapte a tus necesidades para que pruebes.

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