Experiencias de asesoramiento #2: «Cuando no hago nada, me siento realmente mal»

Seguro que sabes de lo que hablamos. A veces, sin ser consciente, te metes en la vorágine de «hacer por hacer», en la búsqueda constante de rendimiento y productividad.

Lo peor es que este no parar te acaba llevando a un estado de insatisfacción y ansiedad permanentes que te impide disfrutar de tu día a día.

Esto es lo que le pasa a la persona consultante de experiencia de asesoramiento filosófico nº 2 de Cristina Avilés.

Esta persona llega a la sesión creyendo que si no es productiva y rinde todo el rato, no va a conseguir nada en la vida y piensa que es una vaga. No se permite parar ni descansar y se siente mal cuando no «hace nada».


El diálogo empieza de esta manera:

Filósofa: Me has dicho que necesitas ser productiva y hacer mil cosas. Pero, ¿qué es para ti ser productiva?

Consultante: Para mí ser productiva es hacer un montón de cosas en el menor tiempo posible. Cuantas más tareas llevo a cabo, siento que soy más útil. 

FA: ¿Siempre haces las mismas cosas?

C: No, no son siempre las mismas actividades. Normalmente, practico una hora de gimnasia al día.  Esto sí que entra parte de mi rutina diaria, pero después mis actividades varían.
Un día cocino un pastel, otro veo una serie en la televisión, coso un vestido, voy de compras… Lo importante es hacer el  mayor número de actividades posibles, porque si no siento que estoy perdiendo el tiempo. Cuando no hago nada, me siento realmente mal. Me pone muy nerviosa no hacer nada.

F.A: Vamos a centrarnos en ese malestar. ¿Qué sientes? ¿Puedes describirlo mejor?

C: Noto un vacío en el pecho, me entra ansiedad y siento como se me acelera el corazón.

F.A: ¿Qué pensamientos te vienen en ese momento a la cabeza?

C: Pienso que si no hago nada, es como si mi vida no tuviera sentido, que ando perdida y sin rumbo. También pienso que la inactividad es sinónimo de caos y de falta de orden.
La vida tiene que ser productiva y si no hago nada, ¿cómo voy a llegar a algo bueno en mi vida?

F.A: ¿Entonces, crees que ser productiva tiene que ver con el número de actividades que realizas? 

C: Ahora que lo dices, lo empiezo a mirar de otro modo. Me estoy planteando que quizás no se trata de hacer tantas actividades porque me siento igualmente vacía, sino de otra cosa…(silencio de 1 minuto).

Puede que nunca me haya planteado por qué hago una cosa y no otra y que no me haya parado a pensar el sentido de mis acciones.

F.A: Creo que esto que dices sobre el sentido de tus acciones, puede ser muy revelador. ¿Qué consideras que es actuar con sentido?

C: (Silencio de dos minutos) Creo que actuar con sentido es hacer las cosas porque de verdad las quiero hacer.
Lo que pasa es que no sé lo que quiero de verdad. Ahora empiezo a darme cuenta de que tengo que centrarme en esto para ver qué es lo que quiero.

F.A: Um, vamos a hacer una cosa. Céntrate en esta tarea e indaga sobre lo que quieres, qué es lo que buscas en estas acciones y si son o no una elección de verdad. Seguiremos indagando juntas sobre esto en la siguiente sesión.

Las experiencias de asesoramiento filosófico son sesiones prácticas que buscan aplicar la filosofía para ayudar a las personas a reflexionar sobre su vida y vivir con plenitud.

Hacerte las preguntas adecuadas es lo que te lleva a resolver problemas y encontrar el sentido y la claridad que necesitas para afrontar y gestionar las situaciones difíciles e incómodas.

En las experiencias de asesoramiento filosófico trabajamos mano a mano para examinar tus creencias y valores y que puedas desarrollar un autoconocimiento y una comprensión profunda tal que a partir de ahora te hará ver las situaciones con claridad y aprenderás a tomar decisiones con calma y seguridad.

Si te apetece comentar esta experiencia o tienes interés en realizar una consulta, escríbenos a filósofosasesores@gmail.com y te recomendamos al asesor o asesora que mejor se adapte a tus necesidades para que pruebes.

Anterior
Anterior

Experiencias de asesoramiento #3: «Necesito tener el control de la situación para controlar mi vida»

Siguiente
Siguiente

Experiencias de asesoramiento #1: “Evitación del rechazo".