¿Qué entendemos por creencia limitante o juicio erróneo en el método del asesoramiento filosófico sapiencial?

Desde un punto de vista lingüístico, un juicio es una afirmación sobre la realidad y los juicios pueden ser valoraciones, por ejemplo, “no soy suficientemente valioso tal como soy”, o, simplemente, presunciones subjetivas de lo que creemos que es nuestra realidad, por ejemplo, “si no doy al otro lo que quiere, me abandonará”.

Nos puede ayudar acudir a la filosofía de Spinoza. Él distingue entre ideas adecuadas e ideas inadecuadas. Las ideas inadecuadas coinciden exactamente con lo que nosotros llamaremos los juicios erróneos. Una creencia limitante o un juicio erróneo es una generalización distorsionada que nos representamos internamente en relación con algo que nosotros vivimos, es decir, es lo que pensamos sobre algo, nuestra opinión sobre un hecho determinado. El origen de estas generalizaciones se remonta a nuestra primera infancia, es decir, de los cero a los tres años. Es posible que estas creencias limitantes fueran realmente funcionales en nuestra infancia porque mediante reelaboraciones subjetivas distorsionadas conseguimos que nos quisieran nuestros padres, nos hicieran caso, nos alimentaran, etc. Dada su funcionalidad inicial, de manera inconsciente, dimos dicha creencia limitante por verdadera. Concluimos erróneamente, por ejemplo, que si complacíamos a nuestros padres seríamos dignos de amor. Una vez fijada una creencia, esta funciona sin ser revisada. Gracias a esta creencia inconsciente automática, pudimos resolver un problema de nuestra infancia, pero, en la edad adulta, seguimos operando bajo las premisas de dicha creencia, aunque sean creencias que chocan con nuestras creencias conscientes, por lo que nos empezamos a plantear si realmente conseguimos el objetivo final, que es sentirnos valiosos y dignos de amor. 

¿Cual es el problema con las creencias limitantes? El problema es que operan como una filosofía que no sabemos que tenemos y nos llevan a resultados no deseados en la edad adulta, haciéndonos sentir una gran insatisfacción. 

¿Que hace el asesor con esta idea limitante del consultante? Le muestra cómo construye interpretaciones de la realidad desde su biografía, desde su entorno familiar y sociocultural, y le ayuda a darse cuenta de que sus miedos y sus deseos están superpuestos en forma de opiniones sobre los hechos. La idea inadecuada o creencia limitada es una superposición de una generalización hecha en la niñez, que posteriormente funciona de forma automática en un contexto de adulto, en el que dicha creencia no sólo no es útil, sino que es perjudicial, bloqueante y frustrante porque nunca acaba de ser exitosa1.

En el asesoramiento, ayudamos al consultante a que aprenda a discernir las ideas erróneas que nos conducen a la confusión y la insatisfacción. No tratamos de sustituir unas creencias por otras, sino comprender el funcionamiento automático, la lógica interna de esa superposición. Ayudamos a comprender como algo falso, la idea errónea anterior, p. ej., “no soy suficientemente valioso tal como soy”, etc. Cuando se detecta esta lógica propia e individual, el velo cae: es un salto de nivel de comprensión de uno mismo, un cambio de perspectiva del paisaje interior, y, de este modo, se alcanza una especia de relajación, un reconocimiento de algo que ya se sabía pero que no podía formularse.

1 Mónica Cavallé.El arte de ser. Barcelona, Kairós, 2017. 3ª Ed, pág. 173.

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